[ compol ]
Detrás de toda aspiración a la presidencia de una nación, de un candidato al congreso o de un funcionario público cuyo accionar e
imagen se exponen de forma constante al escrutinio público, siempre hay una observación minuciosa de las expresiones de su lenguaje verbal
y no verbal (corporal), es decir, su comunicación política, ya que todo comunica, cuando hablamos y cuando callamos estamos comunicando.
Los expertos en el lenguaje no verbal llegan a asignarle un porcentaje alto a este tipo de comunicación que realizamos: la palabra (7%), la
voz (38%, tono y matices) y señales y gestos (55%). La clasificación de Mehrabian nos da un 93 % de lenguaje no verbal. El debate actual
hace que estos porcentajes se redefinan, pero ciertamente el mensaje no verbal sigue siendo de primer orden.
Hoy en día nadie duda que debido a la forma en que los medios de comunicación han asumido y absorbido la realidad política, la comunicación se ha constituido en un pilar neurálgico del que hacer político.