Bien dicen que son en las crisis cuando se saca lo mejor del ser humano y se conoce a los verdaderos líderes. Sin embargo parece que en México no está sucediendo eso, por lo menos el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Desde que comenzó la crisis sanitaria por el COVID-19, el mandatario ha tenido una serie de decisiones cuestionadas, ya sea por no tomar acciones, por tomarlas tarde o por hacer cosas que en teoría no tendría que realizar ante una emergencia.
Múltiples han sido los cuestionamientos por parte de políticos de oposición, empresarios y medios de comunicación, sin olvidar al sector más importante para el presidente, y que lo llevó al poder, la gente.
En medio de todos estos cuestionamientos y señalamientos por la pandemia en México, AMLO tiene que enfrentar un tema más, que sin bien no se considera prioridad en estos momentos, podría ser algo que abonaría aún más a desgastar su imagen y resquebrajar la Cuarta Transformación (4T) que se está construyendo, el acabar el actual pacto fiscal.
Hay que recordar que este acuerdo existe desde principio de la década de los 80’s del siglo pasado, en el que participan de manera voluntaria los tres órdenes de Gobierno, Federación, Estados y Municipios, que implica que los impuestos federales vayan directamente a la Secretaría de Hacienda y sean ellos los que repartan a los estados y los municipios de acuerdo a fórmulas establecidas, siendo el Impuesto sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) las principales fuentes de recursos en nuestro país.
Aunque en otras ocasiones se ha cuestionado que el Pacto Fiscal no es equitativo y que quienes más aportan son los que menos reciben, ha sido en el Gobierno de la Cuarta Transformación, donde los gobernadores han levantado más fuerte su voz para pedirle, por no decir “exigirle” al presidente, que México requiere un nuevo Pacto Fiscal.
La razón principal es porque coincidentemente los estados gobernados por los partidos de oposición al Ejecutivo Federal, recibieron en el Paquete Económico 2020 menos recursos en comparación con el presupuesto 2019.
Otros creen que otra razón es porque con la llegada del tabasqueño al poder se acabaron aquellos tratos preferenciales que tenían algunos gobernadores con los presidentes priistas y panistas en turno y por lo tanto allegarse de recursos extraordinarios para sus estados, mientras que unos piensan que las demandas de los mandatarios estatales si tienen justificación.
Pero ¿quiénes son aquellos que reclaman un nuevo Pacto Fiscal? Obviamente los estados que más aportan y menos reciben de acuerdo a su contribución al erario nacional, los que se ubican en las regiones del norte y centro occidente del país, y claro gobernadas por la oposición a López Obrador.
Uno de ellos es Coahuila, gobernado por el priísta Miguel Riquelme, uno más Tamaulipas por el panista, Francisco García Cabeza de Vaca, al que se les une el ex priista y gobernador independiente de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, cuyas tres entidades aportan alrededor del 26 por ciento de la riqueza del país, es decir del PIB, quienes han formado el grupo del noreste y se han visibilizado en la opinión pública nacional, intentando formar un bloque opositor ante la falta de liderazgos nacionales de los partidos contrarios al presidente y recientemente se les unió a la lista el jalisciense Enrique Alfaro.
Más allá de que sus peticiones sean justas y que peleen que sus ciudadanos que contribuyen con más dinero para la Federación, reciban más recursos. También hay que tomar en cuenta otros factores en común en todos ellos, que además de ser oposición, ya sea por menciones de la prensa, por pagar campañas en redes sociales o por charlas de café, se han mencionado como aspirantes a suceder a AMLO en el 2024, si es que no pierde la revocación de mandato en el 2022.
¿Cuáles es la verdadera motivación de todos estos personajes políticos? sus amenazas a la federación durante actos públicos, incluso durante sus informes de gobierno de que se saldrán del Pacto Fiscal. En verdad ¿estarían dispuestos a hacerlo?, ¿es posible hacer esto? Y de concretarse ¿cómo afectaría esto a sus entidades? y ¿por supuesto al país?
Otro tema importante es que precedentes sentaría López Obrador en el tema político si se concretara salirse del pacto fiscal, de ser un gobierno sin fuerza que permitió que un grupo de gobernadores hicieran su voluntad, privilegiando su interés particulares en lugar de los de la nación, quedándose sin recursos para sus ya cuestionados proyectos insignia como el aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Tres Bocas o el Tren Maya, que pese a la crisis económica que está provocando la contingencia sanitaria siguen en pie.
O por el contrario este llamado que hacen los mandatarios estatales, es una buena oportunidad para que el presidente convoque a una nueva una convención nacional hacendaria apoyada por el gremio empresarial y México concreté un nuevo pacto fiscal mucho más equitativo para todos, donde se privilegien sectores fundamentales para el desarrollo del país.
Sin embargo, por los precedentes que ha sentado el actual gobierno, como las cancelaciones del aeropuerto de Texcoco, y más recientemente la planta cervecera de Constellation Brands en Mexicali, las consultas públicas a modo para realizar el Tren Maya, entre muchas otras decisiones controvertidas, sin tomar en cuenta a los especialistas, sectores económicos, ambientales o sociales, será muy complicado por no decir imposible que ceda ante la presión de los gobernadores.
Aunque por la pandemia del coronavirus es un tema poco relevante por el momento, no se tiene perder de vista y ver si los estrategas políticos y el equipo de la Secretaría de Hacienda, encabezado por su titular Arturo Herrera, ya están trabajando para que una vez que se supere la contingencia sanitaria y se aborde de lleno este tema, justifiquen que el pacto fiscal debe seguir, y de qué forma van a “contentar” a los gobernadores para que desistan de sus deseos y el gobierno del tabasqueño puedan mantener a flote una 4T que cada días suma más adversarios políticos y lo peor más gente desencantada con ella. Por eso nos cuestionamos ¿Se acabará Pacto Fiscal?